¿Qué son los biológicos?

A diferencia de los medicamentos químicos, producidos por máquinas, los medicamentos biológicos son producidos por organismos vivos, tales como bacterias no patógenas y células de mieloma. Mediante la inserción de genes, estas células de origen animal, humano o una combinación de ambos, son programadas para producir proteínas altamente especializadas, que incluyen anticuerpos monoclonales, receptores solubles o antagonistas receptores, y algunas moléculas nuevas desarrolladas por la ingeniería genética.

Estas células actúan en diferentes niveles del sistema inmune como anticuerpos dirigidos contra las sustancias que producen, por ejemplo, la inflamación en la artritis o el lupus, combatiendo células cancerosas u otras aplicaciones en medicina.

Su uso se aplica en trasplantes, enfermedades de la médula ósea, autoinmunes, infecciosas y diversos tipos de cáncer. Esta técnica es utilizada ampliamente hace más de 15 años en el mundo.

¿Cómo se originaron los biológicos?

Georges Kölher, Cesar Milstein y Niels K. Jerne, describieron la técnica para cultivo de hibridomas (linfocitos B con células plasmáticas de mieloma múltiple). Fusionando dos células, una programada para producir un anticuerpo específico pero que no se multiplica indefinidamente (linfocito), y otra inmortal con gran capacidad de crecimiento (célula de mieloma), se combina la información genética necesaria para la síntesis del anticuerpo deseado y una capacidad de síntesis proteica, permitiendo su multiplicación indefinida tanto in vitro como in vivo. Por este aporte a la ciencia Jerne, Kölher y Milstein recibieron el premio Nobel de Medicina en 1984.

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