Al tratarse de proteínas altamente específicas, los biológicos actúan sobre puntos específicos. En el caso de la Artritis, por ejemplo, atacan las sustancias que producen la inflamación de las articulaciones, originando dolor y deformaciones.
Su especificidad permite que la acción de estas células se dirija exclusivamente a combatir una alteración patológica, sin afectar al resto del cuerpo; a diferencia de las sustancias químicas, que se distribuyen por todas partes y afectan diversas vías, incluso del trabajo normal de la célula.
Beneficios en Artritis Reumatoide (AR)
En el caso de la AR, cuando hacen efecto rápidamente reducen la inflamación, provocando una disminución de los síntomas. En un alto porcentaje de pacientes detienen el progreso del daño articular, lo cual ha podido observarse mediante estudios, radiografías y resonancias nucleares magnéticas. Si bien los biológicos pueden detener la progresión de la enfermedad, no revierten el daño previo, ni regeneran las articulaciones ni permiten un rediseño de la misma.
Por eso es fundamental aplicar estas terapias precozmente, cuando aún no se ha establecido daño ni destrucción articular, permitiendo preservar su arquitectura de la articulación por más tiempo, al inhibir la sustancia que provoca su inflamación y erosión.
El uso de biológicos se recomienda apenas se determine que las terapias convencionales no son efectivas, tras un período de tres a seis meses de uso de un DMARD’s convencional, como metotrexato o leflunomida.
Mientras más precozmente se utilice una terapia biológica, mayores posibilidades hay de que el paciente puede prescindir de su uso al cabo de unos años. La causa de la AR es desconocida y, por tanto, al suspender los medicamentos la enfermedad reaparece en un alto porcentaje de casos. Sin embargo, existen casos en que el sistema inmunológico queda “remodelado” y la enfermedad adquiere otro carácter, disminuyendo su agresividad y pudiendo controlarse con terapia oral convencional por largo tiempo.
Beneficios en Lupus Eritematoso Sistémico (LES)
En LES, los biológicos disminuyen la producción de anticuerpos contra los tejidos, alteración que caracteriza al lupus. Al reducir la actividad agresiva del sistema inmune, reducen el daño acumulativo que afecta al riñón o al sistema nervioso central, ocasionando falla renal y problemas cognitivos, entre otros.
Muchos de los medicamentos usados en la AR se utilizan en Lupus, si bien existe una nueva terapia específica para LES, que logra bajar la producción de anticuerpos y reducir la inflamación. Actualmente, CER se encuentra trabajando con esta molécula, que bloquea el Interferon Alfa – responsable de la inflamación- y lleva a las células B a una muerte celular programada.
Efectos secundarios
Los efectos adversos, si bien son infrecuentes, existen. Al detener la inflamación y producción de anticuerpos, se afecta la respuesta inmunitaria y la persona está más susceptible a infecciones bacterianas, infecciones oportunistas o tuberculosis.
Antes de iniciar un tratamiento con biológicos, los pacientes deben realizarse exámenes para determinar su predisposición a enfermedades infecciosas y detectar en sus células el virus JC que, aunque es raro, expone a quien lo persona tiene a problemas en el sistema nervioso o enfermedades desmielinizantes si se activa. Estas enfermedades raras son reversibles una vez suspendida la aplicación de anticuerpos.
Otras reacciones adversas son rash cutáneo y alergias, como respuesta al ingreso de una proteína extraña al cuerpo. Los pacientes tratados con Anti TNF pueden presentar problemas cutáneos como engrosamiento de la piel tipo psoriasis.
LOS BIOLÓGICOS NO PUEDEN USARSE EN EMBARAZO.
¿Cómo se aplican?
Los primeros biológicos, se aplicaban por vía endovenosa -suero o infusión en la sangre- durante dos horas. Posteriormente apareció la administración por vía subcutánea (en la piel) que permitió al paciente aplicárselo en su casa, manteniéndolo como vacuna en el refrigerador. Hoy existen alternativas subcutáneas que se aplican semanal, quincenal o mensualmente, según el caso.
